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Elder Scrolls 6 de Bethesda se retrasa: por qué la espera se alarga


Elder Scrolls 6 de Bethesda se retrasa: por qué la espera se alarga

Introducción

Cuando The Elder Scrolls V: Skyrim se lanzó en noviembre de 2011, rápidamente se convirtió en un referente cultural, vendiendo más de 60 millones de copias y redefiniendo el género de los RPG de mundo abierto. Más de una década después, los fans siguen esperando su sucesor, The Elder Scrolls VI. Comentarios recientes del productor ejecutivo de Bethesda, Todd Howard, sugieren que la próxima entrega sigue estando “muy lejos”, reavivando el debate: ¿está Bethesda tardando demasiado en la tan esperada secuela?

Una brecha de una década en contexto

La línea de tiempo hasta ahora

  • 2006The Elder Scrolls IV: Oblivion (lanzamiento)
  • 2008Fallout 3 (primer título de Bethesda después de Oblivion)
  • 2010Fallout: New Vegas (desarrollado por Obsidian)
  • 2011The Elder Scrolls V: Skyrim
  • 2014The Elder Scrolls Online (spin‑off MMO)
  • 2015Fallout 4
  • 2018Elder Scrolls VI anunciado en E3
  • 2023Starfield (primer IP nuevo en 25 años)

El intervalo entre los lanzamientos mayores de Bethesda ha ido ampliándose de forma constante. Mientras los títulos iniciales estaban separados por dos o tres años, la brecha entre Fallout 4 y Starfield se extendió a ocho años, y la espera para Elder Scrolls VI ya roza los 15 años.

Realidades del desarrollo

Bethesda confirmó que Elder Scrolls VI ha superado la fase de preproducción y ha entrado en etapas de pruebas de juego. Sin embargo, los recursos del estudio se han dividido entre varios proyectos de gran escala, incluido el desarrollo prolongado de Starfield y el soporte a los títulos existentes. Este enfoque multiprojecto inevitablemente ralentiza el progreso de cualquier juego individual.

Los riesgos de un desarrollo prolongado

Calidad vs. puntualidad

El adagio de la industria —un juego retrasado puede seguir siendo genial, pero un juego apresurado suele quedar permanentemente defectuoso— tiene especial relevancia para Bethesda. Si bien un desarrollo extendido permite pulir e innovar, también corre el riesgo de disminuir el entusiasmo de los jugadores y la relevancia en el mercado.

Starfield como advertencia

Starfield ejemplifica los peligros de ciclos largos. A pesar de un presupuesto enorme y años de desarrollo, el juego recibió críticas mixtas, centradas en su dependencia del envejecido Creation Engine, una exploración poco impactante y un sistema de diálogos que no cumplió las expectativas de los fans. La recepción tibia ha aumentado la preocupación de que una línea de tiempo igualmente prolongada pueda obstaculizar Elder Scrolls VI.

Comparativas de referencia

  • Fallout: New Vegas (Obsidian) se entregó en aproximadamente 18 meses, aunque requirió extensas actualizaciones posteriores al lanzamiento para alcanzar su estatus aclamado.
  • Títulos clásicos de los años 90, como las primeras entregas de Final Fantasy, se produjeron en ciclos de uno a dos años, demostrando que experiencias innovadoras pueden surgir de ventanas de desarrollo relativamente cortas.

Estos ejemplos ilustran que una línea de tiempo más larga no garantiza una calidad superior, y que un esfuerzo más breve y enfocado aún puede dar lugar a un juego memorable.

Posibles caminos a seguir

Aprovechar estudios externos

La reciente adquisición por parte de Bethesda de estudios como Obsidian brinda la oportunidad de delegar partes del proyecto, de forma similar a cómo se externalizó Fallout: New Vegas. Aunque Bethesda ha mantenido históricamente la franquicia Elder Scrolls dentro de la compañía, alianzas estratégicas podrían acelerar el desarrollo sin diluir la marca.

Reexaminar decisiones de diseño central

Los fans han expresado su descontento con la rueda de diálogos introducida en Fallout 4. Todd Howard insinuó que futuros títulos podrían volver a un sistema de diálogos más tradicional, un cambio que podría simplificar el desarrollo y alinearse con las expectativas de los jugadores.

Comunicación transparente

El llamado de Howard a la paciencia subraya la necesidad de actualizaciones claras y regulares. Una comunicación transparente puede mantener el interés de la comunidad y establecer expectativas realistas, reduciendo la especulación y la frustración.

Conclusión

La larga espera para The Elder Scrolls VI refleja una tendencia más amplia de ciclos de desarrollo cada vez más extensos para los RPG de mundo abierto masivo. Si bien la ambición y la dedicación a la calidad de Bethesda son evidentes, el estudio debe equilibrar esos objetivos con el riesgo de perder relevancia y generar fatiga entre los fans. Al aprovechar talento externo, refinar mecánicas de juego esenciales y mantener un diálogo abierto con su audiencia, Bethesda puede asegurarse de que el próximo Elder Scrolls no solo cumpla con el alto estándar establecido por Skyrim, sino que también llegue en un plazo que mantenga la franquicia vibrante.

Solo el tiempo dirá si el próximo título justificará su prolongada gestación. Hasta entonces, la comunidad gamer observa atentamente, esperanzada de que el siguiente capítulo de la saga de Tamriel finalmente emerja de las sombras.

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